inocua tertulia de media noche
Pierdo la razón con cada paso que das hacia mi
dejando caer semillas de paz y amor por donde quiera que pises
tus manos se posan en mi pecho
y en mi espalda un par de alas nacen.
Comenzamos a explorarnos poco a poco.
primero olimos nuestro sex-appeal rincón por rincón
sin dejar una sola gota de aroma por oler
luego nos miramos detenidamente hasta comenzar a observarnos
nuestros ojos se complementaron
se matizaron, inmortalizando la visión al compás de cada insólito parpadeo
haciéndonos suspirar, sonreír y temblar enérgicamente.
deseosos nos exploramos intensamente,
caricias con unas y sin ellas
besos furtivos alimentando los cuerpos como quien alimenta fuego con papel, como quien besa marisco de entrepierna descocadamente, perpetuos de almas que corren y desaparecen, mientras oscurece la noche en las velas que se gastan.
Nos amamos indecentemente, fluimos por las sabanas y por el suelo, pegándonos al parquet con el sudor de los cuerpos celestes que hoy brillan como estrellas fugases se intensifican.
Desaparecimos en la estación del olvido
y nos perdimos del mundo.
nos desintegramos
y amanecimos dormidos,
eternos.
dejando caer semillas de paz y amor por donde quiera que pises
tus manos se posan en mi pecho
y en mi espalda un par de alas nacen.
Comenzamos a explorarnos poco a poco.
primero olimos nuestro sex-appeal rincón por rincón
sin dejar una sola gota de aroma por oler
luego nos miramos detenidamente hasta comenzar a observarnos
nuestros ojos se complementaron
se matizaron, inmortalizando la visión al compás de cada insólito parpadeo
haciéndonos suspirar, sonreír y temblar enérgicamente.
deseosos nos exploramos intensamente,
caricias con unas y sin ellas
besos furtivos alimentando los cuerpos como quien alimenta fuego con papel, como quien besa marisco de entrepierna descocadamente, perpetuos de almas que corren y desaparecen, mientras oscurece la noche en las velas que se gastan.
Nos amamos indecentemente, fluimos por las sabanas y por el suelo, pegándonos al parquet con el sudor de los cuerpos celestes que hoy brillan como estrellas fugases se intensifican.
Desaparecimos en la estación del olvido
y nos perdimos del mundo.
nos desintegramos
y amanecimos dormidos,
eternos.