Dos mitades Casi iguales, una de un lado del charco, la otra soñando en volver.
Cuantas olas tendré que saltar para llegar a tu desierto de sentimientos, que separan estos mares. Esos que quedaron vacíos cuando me aleje, cuando decidí forjar mi destinos en otras tierras. Pasa el tiempo a cuenta gotas y sera porque tus recuerdos no me abandonan, y el nido de luciérnagas que encendimos en la playa, aun sigue brillando en nuestra ausencia. Cada luz que se enciende y se apaga en un pensamiento mutuo, es la maravilla del amor eterno que une a las mitades que no están juntas. He muerto por ti mas de un millón de veces y espero morir otro millón mas en tu anhelo, no precisamente porque desee la muerte, sino porque muero cada vez que te pienso. Sin mas que decir que gracias por toda la vida que me das a la distancia, por hacerme existir de alguna manera, Aunque ya no exista mi presencia ante ti. Desde los confines de un mundo eclíptico, mis dilemas aguardan los tuyos para poner el punto final a las teorías. No existe mitad alguna que pueda remplazar la tuya y no existe