Amor Vincit Omnia
Las palabras nunca son solo palabras. Y, sin embargo, avasallan sentimientos, exponen la piel y desnudan los pensamientos. Palabras: crueles, asesinas, redentoras. Nos arrastran del amor más profundo al odio más sublime, y de allí, de vuelta al amor eterno. Pero donde hay amor, hay esperanza. Y con eso debemos quedarnos: con el amor, la esperanza y sus palabras de resurrección. Alguien escribió alguna vez: Amor vincit omnia . Y sí, así es. Cuando uno ama, busca el tiempo y el lugar para hacerlo sentir. Aunque la rutina intente erosionar la esperanza, quien ama siempre encuentra un hueco para amar y hacer brillar las almas. Cometemos errores. Por temor, por orgullo, por no entender, por no escuchar. Pero nunca está de más pedir perdón, ofrecer disculpas sinceras. Todo tiene solución cuando hay amor. Todo escampa, tarde o temprano. Lo importante es no perder la fe ni la esperanza en la persona que amamos. Nadie dijo que la redención fuera fácil. Ni darla, ni recibirla, ni concederla...