Caminos que se pierden al final del planeta,
puertas que se abren y nunca se cierran, caricias,
muros enormes de pequeñas piedras que se acumulan
como gotas de lluvia.
Un sinfín de preguntas sin respuestas,
una partida de ajedrez sin fichas.
Nubes que esconden el sol, y la lunas llena que nos deja a media.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Palomas en Madrid

Ni vos sos un milagro, ni yo una causa perdida. Pero acá estamos. (Parte II)

LA GRAN VENGANZA