sonora contaminación vespertina...

La contaminación sonora comienza a fastidiar mis oídos desde temprano, intenta abrirme los ojos, pero incrédulo de que esto cambiara yo vuelvo a cerrarlos, porque no me apetece ver el cambio, estoy cómodo, déjenme bajo las sabanas, aun es temprano para salir al mundo, a enfermar mi cabeza.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Palomas en Madrid

Ni vos sos un milagro, ni yo una causa perdida. Pero acá estamos. (Parte II)

LA GRAN VENGANZA