Sombras que no ríen

La ciudad sin ti me resulta extraña,
el invierno es cada vez mas frió
y trato de olvidarte.

La gente me atraviesa como si no existiera
como si fuera un fantasma que ronda la ciudad,
perdido, sin la capacidad de ver ni pensar.
Caminando por calles que nos vieron florecer,
y hoy, a mi paso tenue,
lo ensombrece el otoño
sin el calor de un agosto.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Palomas en Madrid

Ni vos sos un milagro, ni yo una causa perdida. Pero acá estamos. (Parte II)

LA GRAN VENGANZA