Música sin sonido son tus ojos,
y veo la tertulia en tus labios,
cuan si fuera un oasis.

Siento tu piel en la mía,
como si fuera el sol,
impregnándome sus rayos.

Observo que ya no veo,
las cosas como solía verlas,
y sin embargo miro
como quien viera a una reina.



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