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Mostrando entradas de febrero, 2025

Instrucciones para Volar

En ocasiones, el universo puede ser un poco ciego y tal vez sordo a nuestras palabras o a nuestro llanto. El mundo y el espacio que nos rodea pueden dejar de existir, como el tiempo de los peces que terminan en peceras. El espacio libre y amplio en tu tiempo y en tu esencia es necesario para complementar esa armonía vital entre el cuerpo y la mente, para poder mantener viva el alma. Cerramos los ojos y respiramos hondo y suavemente por la nariz, dejamos que el aire nos llene, que la existencia se expanda en nuestro interior como un océano sin bordes. El latido del corazón resuena en el pecho, un recordatorio de que aún somos, de que aún estamos. Y aunque el universo guarde silencio, aunque parezca no escuchar, seguimos respirando, seguimos sintiendo, porque en cada inhalación existe la posibilidad de que el destino nos escuche en su propio idioma.

EL INFIERNO DIVINO

 El clímax llegó con el crujir de sus huesos, con el eco de un sol desplomándose en el vacío. No hubo gloria, solo el peso de la condena sobre la piel, el frío del mármol que alguna vez creyó cálido. La carne se convirtió en ceniza antes de que pudiera saborearla por completo, antes de que sus manos terminaran de aferrarse a un cuerpo que nunca fue suyo. Los labios fueron tormenta, una fiebre devoradora que lo arrastró hasta un infierno donde el placer y la pena eran la misma cosa. No hubo redención en su aliento, solo un castigo disfrazado de deseo. Se hundió en él como quien naufraga en un océano inexistente, atrapando con los dedos el vacío, esperando encontrar algo que nunca estuvo allí. No quería idolatrarla, pero su piel llevaba la huella de los dioses olvidados. Estaba hecha de mármol y silencio, de nombres que resonaban en la memoria de un mundo que ya no existía. Y él, condenado a perseguir mitos, creyó que podría atraparla antes de que la luz de las estrellas se apagara. ...

EL ARTE DE APRENDER

Buscamos eternamente, de cierta manera, la forma de estar en lo correcto o de cierto modo, aunque para algunos más y otros menos. El interés por saber. Cuando realmente no nos interesamos por lo más básico, que es querer aprender a aprender. De la misma forma en que no nos preocupa eso, tampoco nos preocupa la manera en que lo transmitimos, y automáticamente desvalorizamos el conocimiento adquirido. Tenemos que ser conscientes de la forma en que compartimos nuestros valores con nuestras familias, amigos y allegados, pero, sobre todo, con los más pequeños, sea cual sea el ámbito y la relación que tengamos con ellos. Dar ejemplo no es solo un acto, sino una responsabilidad. La percepción que los niños formen sobre la sociedad dependerá, en gran parte, de los cimientos que les brindemos. No basta con decir lo correcto; hay que vivirlo, encarnarlo, convertirlo en acciones diarias. Las palabras inspiran, pero los actos forjan. Y en esa forja, en ese molde invisible que vamos dejando en los ...
Tiempo al tiempo, dicen por ahí, y yo, paciente, espero. Detallo cada una de las partes equilibradas que encuentro en el paso de los días y fragmento cada partícula irregular que descubro en las historias que me trae el viento. Recojo susurros en la brisa, destierro el caos de los relojes y dejo que el azar dibuje caminos sobre la arena movediza del destino. No corro, no huyo, no empujo al tiempo, solo lo observo danzar en círculos, tejiendo su trama invisible, esperando el instante en que todo encaje, o tal vez, en que nada importe.
Madurar no es perder originalidad, abre las alas y despega tranquilo. Dile a tu chica que sea escaso el equipaje si pretende saltar contigo. ¿Para qué paracaídas, si el vértigo es parte del viaje? Si el viento nos desordena, pero también nos enseña a volar. Que el miedo no pese más que el deseo, que el cielo no sea un techo, sino un destino. Saltamos sin promesas, sin certezas, pero con el alma ligera, dispuestos a caer, o a aprender a volar en el intento.

SOMBRAS EN HUMO

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Me quema el impulso, los labios, la piel, y hasta en tu propia presencia me quemé y me enredé. Te arropé bajo mis alas y del juicio me olvidé. Te dejé investigar mis olvidos más profundos, te dejé corromperme, descerebrarme y volverme a crismar. Amanecimos enmarañados, con la tertulia de gemidos haciendo eco en las cabezas. Dos cigarrillos después ya estábamos dormidos. Pero el alba nos halló dispersos, con el humo flotando en silencios densos. Las cenizas aún tibias en el cenicero y la certeza en la piel: fuimos fuego, fuimos carne, fuimos olvido y renacer.

EL ULTIMO ARLEQUIN

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Nunca fui de salir tanto, fui más bien de volver poco, y convertía cada loco en mi arlequín, danzando entre sombras y risas rotas. Caminé senderos de tinta y humo, dejé huellas en la brisa y olvidé regresar. Mis pasos eran ecos sin dueño, y mi voz, un susurro en la madrugada. Nunca fui de buscar refugio, más bien de perderme a propósito, de hacer del abismo un escenario y de la soledad, mi propio carnaval.

Naufrago del reflejo

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Paraísos infinitos, trágicas morfosintaxis, de la tierra al humano, trágico y trascendental. Y me encuentro naufragando en mi reflejo, donde el agua distorsiona lo que soy, donde mis ojos se pierden en sombras ajenas y mi esencia se disuelve entre dudas y olvido. El eco de mi voz se fragmenta en la brisa, los astros callan, las horas mueren, y yo, exiliado de mí mismo, me disuelvo en la nada, buscando en lo eterno un rostro que ya no es.

Noches de terciopelo

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De oscuro terciopelo tiño mis noches, abrazando tu ausencia como un manto sin estrellas. Susurros de un eco que no regresa, sombras de caricias que se desvanecen en el alba. Te busco en la brisa, en el murmullo de la lluvia, en el temblor de una vela a punto de extinguirse. Pero solo el silencio me responde, como un espectro fiel a su condena.

CERTEZA

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Los vientos no dejaron más que vestigios y poco más del errante viajero. Ese que atraviesa tempestades y se ahoga en tierra firme. Varado, perdido y exento de recuerdos.  Sin tiempo que lo acompañe, y a deshora avanza hacia el deber de encontrar luz en la oscuridad. Los vientos soplan pero su velero no remontan, porque el no iza las velas, porque ir a la deriva es su cable a tierra. Porque perdido se encuentra acompañado. Deja al tiempo las palabras mientras devora quimeras,  como un náufrago que se alimenta de sombras y vive del eco de sus propios pasos. No busca refugio ni espera salvación, pues su condena es su ancla y su fe es la duda. Cada noche, la luna le susurra caminos que nunca toma, y cada alba, el sol le ofrece promesas que no quiere escuchar. Las ruinas de lo que fue se desmoronan a su alrededor, pero él no se detiene a reconstruirlas. Se aferra a su deriva con la ternura de quien abraza su única certeza: que el horizonte es un espejismo y que la lleg...

LA ÚLTIMA TIENDA

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 El campamento estaba organizado en un semicírculo. Un grupo de tiendas de campaña distribuidas de manera ordenada, como una pequeña aldea improvisada en medio del bosque. Desde la fogata principal, las linternas se apagaban una a una conforme los niños se iban a dormir.  Pero la última tienda siempre tardaba más en hacerlo. Era la más alejada, colocada justo en la línea donde los árboles comenzaban a cerrarse, donde el bosque parecía engullir el terreno. No era un mal sitio, pero tenía un detalle inquietante: a veces, cuando la luna era tenue y las sombras demasiado densas,  se veía una figura de pie detrás de la tela. Las primeras veces, los monitores pensaron que eran bromas. Algún niño escapándose en la noche, algún juego absurdo de valentía. Pero los chicos dentro de la tienda siempre aseguraban lo mismo:  ellos no habían salido. Algunas noches, la sombra permanecía inmóvil por largos minutos. Otras veces, desaparecía apenas alguien encendía una linterna. Nunca ...

NO TE SEPARES DEL GRUPO

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La caminata nocturna era la tradición más esperada del campamento. Cuarenta minutos en la oscuridad, siguiendo senderos angostos entre árboles altos, escuchando crujidos de ramas bajo los pies y el murmullo del viento filtrándose entre las hojas. El grupo avanzaba en fila, iluminado solo por linternas débiles que parecían perder fuerza a cada paso. El bosque era denso, y el silencio, inquietante.  Los monitores repetían la advertencia de cada año: no alejarse del sendero. No quedarse atrás. Martín iba al final del grupo, caminando con calma. No creía en las historias que contaban los mayores sobre desaparecidos, sombras entre los árboles o presencias acechando en la espesura. Siempre le habían parecido cuentos para asustar a los más pequeños. Cuando vio algo moverse entre los troncos, supo que debía ser su imaginación. Un juego de luces. Un reflejo extraño. Pero entonces, lo volvió a ver. Una figura, delgada y encorvada, deslizándose entre los árboles con una cadencia antinatural....

P.A.S (Persona altamente sensible) - Historia de una Maldición

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Capítulo 1: La Espina El timbre del instituto sonó con su estridente monotonía y marcó el inicio de otro día que Gabriel deseaba que terminara antes de comenzar. Caminaba por los pasillos con la cabeza gacha, sujetando los libros contra su pecho con la absurda esperanza de que, si se hacía pequeño, invisible, tal vez ellos no lo notaran. Pero ellos siempre lo notaban. —¡Eh, PASado de raro! —la voz de Estéfano rompió el aire y, antes de que pudiera reaccionar, su pie se interpuso en su camino. Gabriel sintió el vacío bajo sus pies antes de que su cuerpo golpeara contra el suelo. Los libros se desparramaron y las risas explotaron a su alrededor. No necesitaba mirar para saber que estaban todos allí: Estéfano, Lucía, Claudia, Jimena y Rocío. —Míralo, parece un insecto boca arriba —dijo Lucía con su voz melosa y falsa. —¿No vas a llorar, PAS? —preguntó Estéfano, agachándose lo suficiente como para susurrarle al oído. Gabriel no respondió. No se movió de inmediato. Sabía que si se apresurab...

LA GRAN VENGANZA Capítulo 1, 2, 3...

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Capítulo 1: El Nacimiento de la Sombra El sol golpea los rascacielos como un martillo incandescente, reflejándose en los cristales de la ciudad y cegándome por un instante. Miro mi reflejo en el vidrio y un escalofrío me recorre la espalda. No soy yo. No puedo serlo. Hay algo ajeno en mis ojos, una sombra que no me pertenece, un murmullo de odio que se retuerce y crece dentro de mí, alimentándose de cada pensamiento que me carcome. La sensación es casi tangible, como una presencia que respira sobre mi nuca, aguardando el momento en que le ceda el control. Mis dedos tamborilean sobre la madera del alféizar, una acción automática que se interrumpe cuando noto la cicatriz en mi mano. Donde antes había diez dedos, ahora hay ocho. La piel retorcida y marcada es un recordatorio de que lo que perdí nunca regresará. Me acostumbré a la ausencia como quien se acostumbra a la falta de sueño. Ocho días sin dormir. ¿O han sido nueve? El tiempo es un concepto irrelevante cuando la mente está atrapad...

📢 Lanzamiento de "El Libro Rojo de los Buenos Pensamientos" 📢📢 Release of The Red Book of Good Thoughts 📢

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Discover the transformative power of your thoughts with  The Red Book of Good Thoughts . This book invites you to explore how your mind shapes your reality and how you can use positive thinking to cultivate a more balanced and fulfilling life. With deep reflections, practical exercises, and scientific insights, this book will guide you toward a more conscious, resilient, and optimistic mindset. It’s not just a book—it’s a tool for personal transformation. Now available. Begin your journey toward a stronger and clearer mind! 📖 Get your copy here: enlace de compra Descubre el poder transformador de tus pensamientos con  El Libro Rojo de los Buenos Pensamientos . Este libro es una invitación a explorar cómo nuestra mente moldea nuestra realidad y cómo podemos utilizar el pensamiento positivo para cultivar una vida más equilibrada y plena. A través de reflexiones profundas, ejercicios prácticos y fundamentos científicos, esta obra te guiará en el camino hacia una mentalidad más c...

Yo… yo te quería…

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He trabajado en muchos sitios, y en todos he aprendido algo nuevo. Pero esta vez fue diferente. Esto ocurrió entre septiembre y diciembre del 2020. Recientes salidos de la pandemia, pero sin bajar los brazos porque el SARS-CoV-2 aún acechaba con fuerza. Conseguí aquel trabajo porque estaban desesperados. Alguien se había roto la pierna y necesitaban cubrir la baja de inmediato. No pregunté demasiado. Yo también estaba desesperado. El centro de salud mental era un mundo aparte, una burbuja donde la cordura y el caos caminaban de la mano, sonrientes como la locura. Los pasillos olían a café caliente y desinfectante barato. Las paredes, cubiertas de carteles motivacionales, escondían historias que nadie quería contar. Peleas, discusiones, desacuerdos y, como no, demasiado cotilleo. Allí trabajaban quince educadores, hechos y derechos en su trabajo, rotando turnos, apagando incendios emocionales, guiando a quienes vivían al filo de la realidad. Fue allí donde los conocí.Thiago era el tipo ...

Al borde del Amor

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¿Cuántos “para siempre” en vano dejamos mal parados al borde del amor iluso? ¿Cuánto deshidratamos las almas, exigiendo promesas que el tiempo se encarga de borrar? Nos aferramos a la eternidad como si fuera un pacto inquebrantable, como si el amor no estuviera sujeto a la erosión de los días, como si la pasión no conociera el desgaste del tiempo. Pero, ¿cuánto es realmente  para siempre ? ¿Es una medida tangible o solo una idea que nos consuela? ¿El amor caduce como un fruto olvidado al sol, o se transforma, adoptando nuevas formas que a veces no sabemos reconocer? Algunos mueren juntos, aferrados a la misma promesa hasta el último aliento. Otros mueren por separado, aún llevando el eco del otro en la memoria. Y algunos, los menos, no llegan a morir, porque su amor trasciende el cuerpo y el tiempo, se convierte en polvo de estrellas, y queda para siempre perpetuado en el confín de la galaxia. Quizás, al final,  para siempre  no es más que la huella que dejamos en otro co...

La Luna, la Lluvia y el Olvido

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Mis sueños me acompañaban, clamando en lo más profundo de mi ser por salir. Como yo, temían la oscuridad. Por eso, cada vez que el sol se oculta, abro las ventanas y dejo que la luz de la luna inunde mi habitación, posándose suavemente sobre mi mesa de noche. Mirarla me reconforta, me hace sentir parte de algo más grande, de un universo donde todo parece tener sentido, incluso el vacío que me habita. Llevo meses sin escribir en mi diario. Cada vez que intento hacerlo, las palabras se convierten en tachones, en líneas cruzadas que no logran expresar el peso de su ausencia. Aún no lo supero. Él lo fue todo para mí, y ahora solo me quedan restos de nada y un poco más de soledad de la que ya tenía antes de conocerlo. Siempre supe que mi vida era un rompecabezas incompleto. Me acostumbré a rechazar las piezas que no encajaban, como si fueran errores en mi historia, colores ajenos que no pertenecían a mi imagen. Pero con él fue diferente. Por un tiempo, sentí que mi mundo tenía forma, hasta ...

Contra la Corriente

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 En un bosque frondoso y sombrío, donde los árboles se alzaban como antiguos guardianes de secretos, un anciano y un joven caminaban juntos a lo largo de un río. El sol apenas logró filtrarse a través de las densas ramas, creando un mosaico de luz y sombra en el sendero irregular. El anciano, de barba blanca y mirada serena, observaba cómo el río fluía vigoroso en dirección contraria a su destino. El joven, impaciente y ansioso, cuestionaba su camino. "¿Por qué avanzamos en esta dirección, si la corriente del río fluye hacia el otro lado?", preguntó con un tono de desafío. El anciano se siente levemente y se detuvo. Señalando hacia el río, dijo: "Observa cómo el agua se mueve, siempre buscando el camino más fácil. Pero, ¿te has preguntado qué sucede con aquellos que siguen únicamente la corriente?" El joven, confundido, miró atentamente el fluir del agua. El anciano continuó: "El río, con toda su fuerza y ​​su belleza, sigue el sendero que la naturaleza le ha t...