Tiempo al tiempo, dicen por ahí, y yo, paciente, espero.
Detallo cada una de las partes equilibradas
que encuentro en el paso de los días
y fragmento cada partícula irregular
que descubro en las historias que me trae el viento.

Recojo susurros en la brisa,
destierro el caos de los relojes
y dejo que el azar dibuje caminos
sobre la arena movediza del destino.

No corro, no huyo, no empujo al tiempo,
solo lo observo danzar en círculos,
tejiendo su trama invisible,
esperando el instante en que todo encaje,
o tal vez, en que nada importe.




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